El Partido Comunista de Castilla y León llama a los ciudadanos a secundar las movilizaciones del 19 de febrero en todas las capitales castellano y leonesas como en el resto del país
En Soria Pza. Mayor a las 12:00 hasta la Pza. del Rosel y San Blas (sede provincial del PP)
PCCL.16/02/12. Ante el gravísimo ataque a
los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Castilla y León llevada a
cabo por la reforma laboral aprobada por el Partido Popular el pasado 10 de
febrero, el Partido Comunista de Castilla y León (PCCL-PCE), hace un llamamiento
al conjunto de los ciudadanos de la Comunidad Autónoma a fin de que secunden las
manifestaciones convocadas por los sindicatos CC.OO y UGT para el próximo 19 de
febrero en diversos puntos de la Comunidad, a fin de mostrar un contundente
rechazo ciudadano a una reforma laboral que pretende hacer recaer las
consecuencias de la crisis económica, no sobre los sectores económicos que la
provocaron, sino sobre los trabajadores y trabajadoras .
Para el Partido Comunista de Castilla y
León, no es cierto que esta reforma laboral vaya a crear empleo. Al igual que la
última reforma laboral aprobada por el PSOE en el año 2010, provocará un aumento
del paro, ya que la misma tiene como objetivo facilitar los despidos de los
trabajadores por la vía de disminuir los costes empresariales para extinguir las
relaciones laborales.
La presente reforma aumentará la
precariedad laboral de los trabajadores, especialmente de los más jóvenes, ya
que entre otras cuestiones crea un nuevo contrato de trabajo dirigido a menores
de 30 años y desempleados que cobren prestaciones contributivas por desempleo,
que tiene como principal característica que en los trabajadores y trabajadoras
podrán ser despedidos en el primer año de vigencia del mismo sin tener derecho a
ninguna indemnización.
Para el Partido Comunista de Castilla y
León (PCCL-PCE) la presente reforma no solo es un ataque contra los
trabajadores, sino también contra las organizaciones sindicales que los
representan. El Partido Popular pretende limitar la capacidad de actuación de
los sindicatos en defensa del conjunto de los trabajadores, por la vía de
dificultar la capacidad estos de regular las condiciones laborales por sectores
de actividad, potenciando la regulación de las condiciones laborales empresa por
empresa, lo que teniendo en cuenta la escasa dimensiones del tejido empresarial
en Castilla y León, supone dejar a la mayoría de los trabajadores en manos de
las decisiones arbitrarias de los empresarios.
La eliminación de la autorización
administrativa para llevar a cabo Expedientes de Regulación de Empleo, la
posibilidad de que unilateralmente se bajen los salarios, la modificación del
contrato de formación, el amplio poder que se da los empresarios para modificar
jornadas de trabajo, imponer traslados o despedir a los trabajadores enfermos,
son medidas que no pretender crear empleo, sino que lo que se busca es facilitar
el sometimiento de los trabajadores a las decisiones empresariales y por lo
tanto tener una clase obrera más dócil y manejable.
Todo ello son razones más que suficientes
para que a través de la movilización social se logre derogar una reforma,
injusta, inútil e ineficaz.